jueves, 10 de abril de 2014

LA HORA DEL CUENTO

Es importantísimo ayudar al niño a descubrir el placer de escuchar cuentos, y para ello nosotros (educadores, padres…) debemos descubrir el placer de transmitir cuentos. Nosotros somos la voz para que ellos lleguen al libro que aún no saben leer.
Vamos a distinguir tres formas de transmisión literaria:
El cuentacuentos: Los relatos ya sean historias o cuentos nacidos de la imaginación o recogidos del mundo, son transmitidos oralmente. Es un acto de creación, ya que cada vez que el narrador transmite un mismo cuento, lo plasma, lo vivifica, pero siempre con alguna variante que lo identifica. Nunca contará, aún proponiéndoselo, el mismo relato punto por punto.
La narración enriquece la imaginación de los niños, ya que en el cuentacuentos no se enseñan imágenes.
La narración con libro: La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...
Al igual que en el cuentacuentos, debe conocer la historia de antemano para transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente con los receptores.
La lectura: El que lee un texto en voz alta es un intermediario entre el texto y un grupo de oyentes que, o no saben leer o no disponen del texto para leerlo personalmente (en este caso niños que no saben leer). La lectura en voz alta es un acto de expresión oral, y el lector puede o no enseñar las imágenes a sus oyentes.

Diferenciadas brevemente las tres formas de transmisión literaria, comenzaré el análisis del cuento que escogí:

“LOS MÚSICOS DE BREMEN”
Elegí este cuento, porque cuando éramos pequeños a mi  hermano y a mí nos gustaba mucho y me trae muy buenos recuerdos (incluso se hizo una serie llamada “Los trotamúsicos” inspirada en la historia.)
“Los músicos de Bremen” es un cuento de los hermanos Grimm (Wilhelm y Jacob Grimm), traducido sería “Die Bremer Stadtmusikanten”, y transcurre en la Baja Sajonia, en los alrededores de Bremen (Alemania)
La historia que se narra es la de cuatro animales: un burro, un perro, un gato y un gallo, cuyos dueños han decidido sacrificarles, porque consideran que, por su vejez, éstos sólo consumen comida y ya no les son útiles para el servicio doméstico. Los animales se encuentran después de que cada uno, en forma independiente, haya huido de la casa de sus respectivos dueños. Al conocerse, deciden iniciar un viaje con destino a la ciudad de Bremen. En su camino hacia Bremen, llegan al anochecer a una choza en la que están refugiados unos ladrones. Con el objetivo de asustarlos para ocupar ellos la vivienda, forman una figura esperpéntica con sus cuerpos, al treparse en la espalda de cada uno de ellos, en el orden que se ha mencionado. Así emiten los sonidos propios de su especie, en unísono, lo que hace huir de terror a los bandidos.
Refleja que de cualquier aprieto se pueden sacar fuerzas y empezar de nuevo, la opción de ser músicos cuando ya no servían para ningún otro trabajo.
Dando una vuelta por la “Ruta de los Hermanos Gimm, ruta de los cuentos de hadas” , averigüé que en la primera versión del cuento ni siquiera se nombraba a la ciudad, pero en 1953 Bremen (donde es muy popular esta historia) colocó una estatua del grupo musical al lado del ayuntamiento.



Como está explicado en el resumen del cuento, los protagonistas son cuatro animales, una de las razones por las que he concretado la edad de los lectores de 4 a 5 años, además tiene una clase de acciones encadenadas al principio hasta que se juntan los cuatro animales, la trama es acumulativa pero con una clara secuencia unidireccional.  Por otra parte, es un cuento clásico, popular y por eso no tuve dudas de cómo lo iba a transmitir; contándolo. Generalmente esta clase de relatos nos llega a nosotros precisamente de forma oral, por lo que se prestan más que otros a ser narrados. El cuentacuentos era la forma ideal en mi opinión para hacerles llegar esta bonita historia.
Para captar el interés decidí empezar haciendo una pregunta. ¿Conocéis quienes son los músicos de Bremen? Eran  cuatro animales, ¿Queréis que os cuente su historia?...
Conté la historia en tercera persona y decidí no hacer voces a los animales, ya que eran cuatro, y no sólo no es de mis mayores virtudes, es que puede llevar a la confusión de los niños si no lo haces bien.
Al principio el cuento es más monótono ya que las secuencias en las que se van encontrando los animales son bastante parecidas, luego el ritmo, la entonación y la expresividad fueron aumentando.
Por otra parte, me parece muy positiva la interactuación con los oyentes, porque a través de ella, los introducimos en la historia y mantenemos su atención. En este caso, a la hora de emitir los sonidos propios de cada animal (el burro rebuznando, el perro ladrando, el gato maullando y el gallo cantando), mi intención es que lo hicieran ellos (en clase lo hicieron mis dos compañeras). Creo que les puede gustar mucho y se involucrarán más en la historia.

Al terminar el cuentacuentos, a mis compañeras les sorprendió que hubiera sido capaz de decir tantos detalles, pero además de haberlo preparado, una de las características de estos cuentos es que su esquema suele ser lineal y es fácil su memorización. Por otro lado me comentaron que al principio de la historia tenía que haber cambiado la entonación; romper de vez en cuando el tono. Tienen razón que cuando fue avanzando la historia cada vez me sentía más cómoda y eso lo refleje a la hora de transmitir, a esto se suma que la segunda parte de la historia tiene mucha más emoción y da pié a subir y bajar más la entonación. Por otra parte, esos “nervios” del principio también hicieron que el ritmo fuera demasiado rápido, tal vez contará la historia algo deprisa. Y si algo estoy aprendiendo es que hay que disfrutar de los cuentos, porque si lo haces, transmites y logras que el niño se meta de lleno en la historia y la disfrute como tú.
Otra de las cosas que observaron y yo no me di cuenta, es que aunque narré la historia en tercera persona, con alguno de los animales hable en primera persona y con otros no. Ellas me aconsejaron que a la hora de que hablen los animales (primera parte, cuando se van encontrando) queda mejor si las conversaciones son en primera persona y creo que tienen razón.
Para terminar, he de decir que lo difícil y lo bonito de un cuentacuentos es que es una historia que la sabes bien pero a  la vez la improvisas cada vez. Una de las veces utilicé la expresión “sentirse identificado”, y como me dijeron mis compañeras tal vez los niños no lleguen a entender bien el término aunque se entienda el contexto. Hay que tener en cuenta la edad de quien te escucha, y para este cuento decidí que sería niños y niñas de 4- 5 años.

Soy consciente de que a la hora de contar un cuento son muchas cosas las que hay que preparase, y aunque no se lo pude contar a nadie antes de clase, estuve practicando dando vueltas por mi habitación y frente al espejo. Sé que narrar bien lleva tiempo de dedicación, pero se ve recompensado por esos pequeños pero grandes oyentes.
Para terminar diré que en mi opinión “Los músicos de Bremen” es un cuento con grandes posibilidades sobre todo dentro de un aula, a la hora de contarlo, a mí personalmente me gusta que los niños estén en círculo junto a el/a educador/a; siento más cercanía, pero también pueden estar sentados en sus sillas y el/la profesor/a de pie, ya que sobre todo la segunda parte da lugar a mucho movimiento y expresividad.
Por otra parte y aunque no es la función de un cuento de estas características enseñar conceptos, los niños recuerdan los sonidos de los animales e incluso podemos meter el tema de la música, hablándoles o utilizando instrumentos que el narrador quiera para cada animal.

Terminaré mi análisis con una curiosidad de este cuento, ya que en realidad no se sabe si los animales llegaron a Bremen o se quedaron en el camino en una de sus aventuras extraordinarias.

5 comentarios:

  1. Hola Isabel, acabo de leer tu entrada de esta actividad, me parece que esta super completa, ademas la eleccion de la historia me parece curiosa ya que no es un cuento que se utilice con asiduidad y es muy bonito, ademas por lo que veo fue una historia participativa y eso a los niños les gusta mucho. Espero que cuando vuelvas a contar este cuento tengas en cuenta las aportaciones que te hicieron las compañeras.
    Bueno, poco mas que decir, asique un saludo y felices vacaciones.

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  2. Un trabajo perfecto, Isabel. Enhorabuena.

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  3. Muchas gracias a las dos, vuestros comentarios me ayudan y me animan mucho. Un abrazo

    Isa

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  4. Hola Isabel, yo escuché tu cuento en clase y me encantó como lo hiciste, he visto que has considerado los comentarios que te hicimos y cómo los has tenido en cuenta. Me gusta las soluciones que propones en cuanto al ritmo, la entonación e interactuación que la historia permite. Me apunto este cuento para mi repertorio, y espero tener la oportunidad de contárselo a mis futuros alumnos. Un abrazo, María

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