viernes, 21 de marzo de 2014

ANÁLISIS DE UN MÉTODO DE LECTOESCRITURA: “LETRILANDIA. PAÍS DE LAS LETRAS”

El término lectoescritura hace referencia a la unificación de las dos habilidades lingüísticas básicas relacionadas con el código gráfico de la lengua: la lectura y la escritura.
Aunque ambas están relacionadas, no es imprescindible que los aprendizajes se realicen simultáneamente. Leer y escribir son actos diferentes y también lo son las operaciones que se ponen en juego.
Cuando hablamos de lectoescritura, nos referimos, pues, al trabajo con ambas habilidades aún cuando su secuenciación, su progresión y su avance no sean paralelos.
El código oral utiliza el aparato vocal y es necesario para vivir y expresarse; el código escrito nace a partir del oral, pero es independiente, arbitrario y convencional, y utiliza signos gráficos (letras) que representan los fonemas y, por medio de ellos, se relacionan con los sonidos.
El acceso a la lengua escrita supone un cambio fundamental en la vida del niño porque implica una nueva relación con la lengua, con las personas, con las cosas, con el entorno. El dominio de la lengua escrita supone el dominio de cada una de las dos destrezas relacionadas con el código: leer y escribir.
Ambas hacen necesario un desarrollo psicomotor propio, pero las dos responden al desarrollo de la función simbólica (capacidad de representar e interpretar palabras y situaciones por signos escritos, en este caso, de un de un determinado código lingüístico, de una determinada lengua)

A la hora de llevar a cabo la enseñanza de la lectoescritura, existen varios métodos; métodos sintéticos (trabajan de la síntesis al análisis, de las partes más pequeñas a las mayores por medio de la composición), métodos analíticos (trabajan el análisis de los elementos desde los mayores a los menores, siempre parten de elementos lingüísticos significativos y utilizan la memorización y la asociación para conseguir la asimilación) y los métodos de base mixta (utilizan elementos y técnicas de los métodos analíticos y de los sintéticos, parten de elementos significativos y van continuamente del análisis a la síntesis y de la síntesis al análisis.)
Y… ¿Cuál es el método correcto?
No es cierto que todos los métodos sean igual de buenos o igual de malos. La enseñanza de la lectoescritura es más una cuestión metodológica.
Por eso un método adecuado sería el que tiene en cuenta estas tres variantes:
1.      Se ajusta a lo que es leer y escribir.
2.      Se ajusta al momento evolutivo del niño.
3.      No enseña cosas que más tarde habrá que desaprender.

A continuación analizaremos un método de enseñanza conocido como “Letrilandia, El País De Las Letras”.



Hemos escogido este método por dos razones, la primera de ellas porque es uno de los más utilizados en los colegios de nuestro país para la enseñanza de la lectoescritura y queremos saber por qué. La segunda razón es que tenemos acceso al método gracias a las prácticas, hecho que nos facilita el trabajo a la hora de acceder a los materiales y nos permite ir más allá de la teoría, dejándonos observar e incluso participar en la aplicación del método en la realidad.

Edelvives, la editorial que lo ha publicado, lo describe así: “Letrilandia es un creativo método con el que los niños aprenden el proceso de la lectoescritura. Su característica fundamental reside en la idea de convertir las letras en personajes de un mundo imaginario y en utilizar la fantasía de los cuentos como elemento motivador.
A partir de las historias que se narran se presenta el sonido de cada una de las letras y se explican aspectos complejos de nuestra lengua de una manera amena y sencilla que los niños recuerdan de forma natural.”
Y es que, este método lleva a los niños a un país donde las letras son los habitantes y cada una de ellas está asociada a una profesión. De esta manera, cuando nos adentramos en Letrilandia, los primeros personajes que conocemos son la familia real:
La Reina “a”.
El Rey “u”
El Príncipe “e”
La princesa “i”
La Princesa “o”



La autora justifica esta asignación de roles diciendo que las vocales tienen que tener un papel principal ya que ellas siempre están.
Después, nos van presentando al resto de letras que son personajes del reino y tienen cada uno su profesión. Por ejemplo: El panadero “p”, el lechero “l”, el jardinero “j”, el portero “ll”…



De manera sintetizada, los pasos a seguir a la hora de presentar a los distintos personajes son los siguientes:
1.      Contar el cuento del nuevo personaje.
2.      Dibujar al personaje siguiendo las pautas del trazo de la letra.
3.      Decir cómo habla el personaje, repitiendo varias veces el fonema.
4.      Retirar los apoyos intuitivos (corona, brazos…) para quedarnos solo con la letra.
5.      Reconocer el personaje (la letra) cuando está entre otros personajes (letras).
6.      Afianzar la relación fonema-grafema (el personaje con su forma de hablar).
7.      Encuentro del personaje con otro personaje. (Sílabas)
8.      Búsqueda y diferenciación de unas sílabas entre otras muchas.
9.      Formar palabras con las sílabas.

Si prestamos atención a estos pasos nos daremos cuenta de que el método va de lo pequeño a lo grande, tanto es un método sintético. Parte de una letra pero estableciendo la relación letra- fonema (fonético), por lo es un método sintético- fonético.
Para ello, a través cuentos, presentan a las letras como personajes de una historia. Cada letra se va entrelazando con otras y así, y a través de sus conversaciones, paso a paso se van formando las sílabas casi como un juego.
Por otra parte, todos los personajes tienen una doble función: en el plano lingüístico y en el humano. En el primero, con su forma de “hablar” enseñan a pronunciar correctamente el sonido que representan y facilitan el proceso de la lectura; en lo segundo, encarnan determinadas actitudes: sustentan valores y mantienen relaciones humanas comunes (tal y como sucede en la vida normal).

A continuación ANALIZAREMOS si LETRILANDIA cumple con los tres puntos antes citados para considerarlo un buen método:

Aurora Usero, autora de este método, define leer como: interpretar, traducir, comprender el mensaje que nos llega a través de un código hecho con signos abstractos y sonidos convencionales.
Afirma que a los niños les cuesta menos reconocer esos signos abstractos (las letras) si los dotamos de cabeza, extremidades, personalidad, cualidades y defectos. De esta manera será más sencillo para los niños asociar cada uno de estos signos (letras- personaje) con su sonido correspondiente: La señora de la Montaña habla así: “mmmmm”.
De alguna manera se podría decir que dota de significado a cada letra. Pero, nosotras nos preguntamos ¿Para qué darle significado a una letra cuando realmente por sí sola ya lo tiene?, ¿No sería más adecuado aprovechar el significado real que tiene una palabra?
Con esta última reflexión podemos responder a la pregunta de si a través de este método los niños aprenden algo que más tarde tendrán que desaprender: En este caso creemos que la respuesta es afirmativa, ya que están dotando de significado ficticio a las letras, hecho que en un futuro se perderá.
Del mismo modo, como decíamos anteriormente, ”Letrilandia” es un método sintético (va de lo pequeño a lo grande, de la letra a la palabra). De este hecho extraemos dos conclusiones:

1.      El proceso que sigue el niño es el siguiente: primero aprende la letra-sonido, a continuación la sílaba y por último la palabra. De este modo, cuando el niño ha llegado al último paso no lee la palabra en su conjunto, sino que la desmenuza en los elementos que ha ido aprendiendo (letra y sílaba). Y esto, no es leer.
2.      Cuando el niño ha llegado a ese último paso (“leer una palabra”) lo hace silabeando, y claro, ¡No puede ser! El niño tiene que leer la palabra de un solo golpe de vista. Conclusión: desaprende a “leer” por sílabas, y aprende a leer la palabra completa.

En resumen:

¿Aprenden algo que más tarde tendrán que desaprender? Sí, aprenden a “leer” silabeando, proceso que tendrán que desaprender para aprender a leer una palabra completa.

¿Se ajusta a lo que es leer y escribir? Ya hemos visto que no se ajusta a lo que es leer, porque leer es comprender y una letra o una sílaba no tienen significado y por lo tanto no se pueden comprender.

¿Y a escribir?

Escribir es planear y producir formas lingüísticas que puedan ser leídas, codificando los signos de la lengua de forma que se conviertan en significantes aceptables, relacionables con un significado y comprensibles para un lector.

Atendiendo a los apuntes de la asignatura, a la hora de enseñar a los niños a escribir debemos utilizar una metodología mixta que respete el desarrollo, ir con tranquilidad y tener paciencia, trabajar tanto la grafomotricidad como la escritura, trabajar la liberación del trazado y no la copia, seguir los pasos de forma lógica atendiendo a la dificultad del trazado y a la frecuencia de uso, alimentar la escritura con la lectura, entender el error como situación de aprendizaje y no como algo negativo y hacer un seguimiento individualizado y personalizado de los niños.

Como puede verse en las imágenes adjuntas, el método letrilandia trabaja la escritura prácticamente a través de la copia de palabras y apenas permite la escritura libre. Si nos fijamos en las imágenes, veremos que únicamente en la la foto de la lámina 9, se permite a los niños construir la palabra por sí solos.  Y como decíamos anteriormente, la copia no es el mejor camino para aprender a escribir.



Lámina 1
Lámina 2
Lámina 3

Lámina 4

Lámina 5
Lámina 6
Lámina 7


Lámina 8
Lámina 9


Lámina 10


¿Aprenderán los niños a escribir? Sí, pero lo harán a través de un proceso de repetición y copia de palabras que apenas permite el error en lugar de seguir un proceso natural y estimulante, en el que se cometerán errores normales que poco a poco se irán corrigiendo hasta conseguir una escritura adecuada.




A lo que el método sí presta mucha atención es a la caligrafía, y lo hace utilizando una pauta llamada Montessori. Esta pauta está formada por cuatro líneas: las dos del medio marcan el cuerpo de la letra, la más alta marca un tope para las letras altas (t, l…) y la más baja marca el tope de las letras bajas (j, g, p…). En la siguiente imagen se puede ver de manera muy clara:




Para terminar, contestaremos a la última pregunta de si “Letrilandia” se ajusta al momento evolutivo del niño:
Este método, está preparado para niños de segundo ciclo de educación infantil (3- 6 años) y primer ciclo de educación primaria (6- 8 años).
Para averiguar si es acorde con la edad partiremos de la adquisición de fonemas que es la base de “Letrilandia”. Jakobson en su distinción por edades, aclara que es a partir de los 4- 6 años cuando el niño adquiere todo tipo de sonidos (consonánticos: /p, m, t, j, n, k/ etc), (oclusivos, fricativos, nasales y laterales o líquidos: [d], [g], [t], [k], [l], [n], [ñ], [j], etc.) (fricativos y africados: [s], [f], [ch], [y], [z]) y hace combinaciones de consonante + vocal + consonante (“pla”..), con la [r] simple y múltiple y la de dos vocales: au-ei. Y a partir de los 6- 7 años es capaz de realizar todas las combinaciones posibles de consonantes.
Por lo tanto fonéticamente que es la base de este método podemos decir que el niño está preparado.

Por otra parte, el planteamiento madurativo es una de las características fundamentales para los autores de letrilandia.
Entre los prerrequisitos o capacidades, implicadas en el acto lector, se encuentran los siguientes:
§  Regularidad en el trazo (lecto-escritura).
§  Discriminación de tamaños y formas.
§  Maduración espacial: lateralidad, arriba y abajo, delante y detrás...
§  Maduración temporal: sentido del ritmo: reconocer y reproducir diversos ritmos.
§  Memoria: recordar frases de más breves a más largas.
§  Amplitud de vocabulario
§  Articulación: discriminación fonética.
§  Etc.
Sobre la escritura; la maduración grafomotriz del niño pequeño por lo general sigue unas fases con una secuencia fija y con una aparición similar de unos niños a otros: A partir de los 3 años el garabato es más controlado y empieza a ajustarse a modelos: copia círculos, rectas, ángulos y líneas en zigzag u onduladas. Con 4 años: traza rectas perpendiculares (cruces), rectas con direccionalidad, cuadrados y círculos más perfeccionados. A los 5 años: se consolida el trazado de cuadrados y rectángulos; dibuja triángulos; inscribe diagonales. Y a los 6 años: logra el trazado de rombos y de líneas sinuosas cruzadas.

Pero además de la pura actividad grafomotora, intervienen otras habilidades tales como:
§  Percepción – discriminación visual
§  Correcta integración viso-auditiva
§  Desarrollo de las estructuras temporales
§  Memoria auditiva y visual
§  Lateralidad correcta
§  Direccionalidad izquierda- derecha

Como hemos dicho, la autora destaca que es un método madurativo y constantemente se trabajan estos aspectos necesarios y previos.
Lo cierto es que antes de los 6 años no está bien desarrollado el mundo perceptivo de los niños y como hemos dicho en otras ocasiones, letrilandia es un método sintético, lo cual implica ir de lo pequeño a lo grande, de lo no significativo a lo significativo. Por lo que el niño tiene que tener adquirido un razonamiento simbólico, entender un concepto no significativo (como un fonema) requiere un grado de simbolización muy alto.

¿Se ajusta entonces al momento evolutivo del niño?
Creemos que teniendo en cuenta los puntos expuestos; adquisición de fonemas y proceso madurativo, la edad prevista para comenzar la lectoescritura según las características del método es la correcta.

           
CONCLUSIONES

Tras el estudio de “Letrilandia”, debemos decir que como método analítico fonético, desarrolla diferentes características:
-          La capacidad de articulación y pronunciación de las palabras
-          Se aprende la forma y el sonido de las letras empezando por las vocales
-          Combinación fónica de vocales y consonantes.
-          Ejercicios de discriminación, reconocimiento, sustitución, omisión, etc. de fonemas en muchas palabras.
-          Reconocimiento de palabras a través de fonemas.
-          Asociación de significante y significado y lectura.
Pero existen objeciones:
-          Dificultad para la aplicación en todas las lenguas por la adaptación letra / sonido.
-          Exige el reconocimiento de las palabras al margen de la comprensión, lo que favorece la lectura mecánica.
-          Es difícil diferenciar fonemas sordos y sonoros.
-          La similitud entre sonidos obliga a utilizar algo más, normalmente, gestos.

Teóricamente son los métodos mixtos que utilizan elementos y técnicas de los métodos analíticos y de los sintéticos, los que tratan de acercarse más aún a los intereses del niño y respetar sus procesos de aprendizaje. Son métodos que requieren mucho trabajo por parte del profesor y el desarrollo de la motivación en el niño. Parten de elementos significativos y van continuamente del análisis a la síntesis y de la síntesis al análisis.

Nuestra conclusión, después de analizar la teoría, de ver las cosas que en este caso letrilandia aporta al niño, creemos que la actitud adecuada para el aprendizaje de la lectoescritura sería la basada en una metodología constructivista:

Donde se parte de que leer es comprender y escribir es comunicar, no descodificar y codificar (partir de la comprensión y la comunicación para llegar a la descodificación y a la codificación).
La lectoescritura puede comenzar a trabajarse desde los 3 años, ya que se aprende y se construye desde el interior, el niño es activo en su propio aprendizaje, cada uno tiene su ritmo por eso hemos de tener en cuenta los estadios evolutivos del niño y su forma de aprender y de aprehender en cada momento.  De esta manera, también se concluye que el aprendizaje lectoescritor es mejor siempre a partir de elementos significativos de la lengua.
El material didáctico es un apoyo prescindible y el error como en todos los aspectos de la vida, es un paso imprescindible para la reflexión.
Por otro lado, la motivación es muy importante, debemos procurar que el acercamiento de los niños a la lectura y a la escritura sea vivido de forma agradable y lúdica; y no como un proceso costoso, aburrido y obligatorio. Hay que fomentar su interés y curiosidad y es cierto que volviendo a nuestro método elegido: “Letrilandia”, lo consigue creando personajes e historias. Pero para que los niños estén motivados a leer y escribir deben vivir experiencias de leer y escribir. Hay que leer y escribir para ellos, para que ellos también quieran hacerlo. El niño aprenderá a través de la imitación y la participación en actividades propias del adulto. No debemos olvidar que las prácticas no son únicamente escolares, hay que dar importancia a la utilización social adulta del lenguaje.


Para terminar diremos que tras la realización de esta actividad nos hemos dado cuenta aún más que como futuras maestras de educación infantil, tenemos que tener muy presente la importancia que tiene conocer y elegir bien un método de enseñanza de lectoescritura antes de aplicarlo.



BIBLIOGRAFÍA: FUENTES UTILIZADAS

- Apuntes de la asignatura: Desarrollo de las habilidades lingüísticas y lectoescritura. La Salle.

- Imágenes:Cartilla de lectura y cuadernillo de láminas de Letrilandia. Edelvives.

-   "Propuesta didáctica Método Letrilandia" Edelvives.



TRABAJO REALIZADO POR:
* Irene Gil González
Isabel Santamaría Rodríguez



jueves, 20 de marzo de 2014

ANA Y LOS 7 FUGITIVOS

Este cuento transcurre en tierras toledanas, en un reino no muy grande llamado Aldeabonita, en cuyo castillo vivían el rey, la reina y su hija pequeña; la princesa Ana.
Además de compartir la belleza heredada de su madre, la princesa fue educada para ser una niña fuerte, generosa y lista. Valores que sus padres supieron inculcarla.
Cuando Ana era pequeña su madre enfermó, muriendo al poco tiempo. Y al rey que paso largos años solo y desamparado, le aconsejaron contraer de nuevo matrimonio para poder engendrar un hijo varón, ya que sino el reinado se quedaría sin sucesor.
Y así fue; el rey se volvió a casar con una mujer también bastante guapa y buena pero muy obsesionada con la belleza. Hasta el punto llegaba su obsesión que buscaba el servicio de los brujos de la zona para poder seguir siendo bella y joven siempre.
Un día un brujo la dijo que la única manera de mantenerse joven y guapa sería haciendo un hechizo y para ello necesitaba el corazón de la persona más bella que hubiera. Pero el brujo insistió; -   tan importante es la belleza de fuera como la de dentro. -
La madrastra buscó y buscó, pero no sabía dónde encontrar aquel corazón, hasta que un día mirando por la ventana vio a Ana sentada en los jardines leyendo y se dio cuenta que no encontraría corazón más bello que aquel; era hermoso, bueno e inteligente. Enseguida desechó la idea; había estado al lado de esa niña durante los últimos años  y no quería que la pasara nada malo.
Pero pasó el tiempo y la madrastra cada vez más angustiada, veía que pronto no sería joven y guapa, así que decidió hacer lo que al principio descarto; mandar  a un soldado a por el corazón de Ana.
El soldado obedeciendo las órdenes la llevo al monte…
-          Sé cuáles son tus intenciones soldado – dijo Ana. – Escuché como te encargaban deshacerte de mí.
El hombre asombrado, sin decir palabra y sin poder evitar que sus ojos se empañaran, no pudo hacerlo, había visto crecer a aquella niña, la que ahora serena le decía aquellas palabras… y decidió que la dejaría libre.
Para ello tenían que pensar como engañar a la madrastra, Ana recordó que en uno de sus libros comparaban el corazón del cerdo con el del ser humano, puesto que es el que más se parece, así que los dos decidieron dar el órgano de aquel animal a la actual reina. Pero antes de despedirse, Ana que ya sabía las intenciones de su madrastra, le dio al soldado una cajita con algo dentro para que se la diera a su padre ya que sabía que nunca más le volvería a ver.

Así comenzó a sobrevivir en los montes de Toledo, y cuando apenas llevaba un par de días, encontró una cueva donde decidió refugiarse. Y sin poder remediarlo, debido al cansancio que tenía se quedo dormida.
Cuando despertó estaba atada de pies y manos y la rodeaban 7 hombres.
-          ¿Quién eres?  - dijo el que parecía más mayor.
Ella aturdida y con miedo no sabía que decir, pero tenía claro que mostrar su verdadera identidad, no era buena idea.
-          Me llamo Ana – dijo- Necesito huir.
Fueron las únicas palabras que les dijo y ellos que también eran fugitivos no necesitaron saber más para dejarla quedarse.
Los 7 hombres que en realidad eran 7 fugitivos la contaron como el gobernante del rey estaba oprimiendo al pueblo. Los aldeanos eran sometidos a grandes represiones y tuvieron que escapar, algunos incluso abandonando a su mujer e hijos para así evitar la muerte.
Ana no podía evitar la cara de asombro, sobre todo que su padre no era consciente de la situación real de su pueblo.
Le aclararon que no eran malhechores ni ladrones, sólo sobrevivían con lo que el campo les proporcionaba y con los víveres y enseres que algún pariente les había llevado a esos montes de Toledo, eso era algunos casos, otros llevaban años sin ver a su familia. Y esa supervivencia, esa unión les había convertido en 7 hermanos.
Emocionada y casi sin poder decir nada al escuchar la historia de cada uno, Ana sintió que aquel era su sitio, al fin y al cabo ella también era ahora fugitiva.
Y siendo consciente de que su nueva vida requería de esa fuerza que tanto la inculcaron de pequeña, cogió su larga melena castaña y con una navaja la cortó. Quería ser uno más y de esta manera podría hacer lo que ellos, salir de la cueva sin que probablemente la reconocieran.


Pasó mucho mucho tiempo, era difícil saber cuanto con exactitud. La vida en los montes de Toledo era diferente, el tiempo no transcurría de la misma forma, y aunque era muy duro, Ana se sentía bien, segura.. además aprovechaba cualquier momento para enseñar a leer y escribir a los hombres, que estaban encantados con su nueva compañera.
Por otro lado, había alguien que le hacía estar todavía más feliz. Era el pequeño de los fugitivos, todos tenían apodos y el suyo era Resorte. No se puede decir que hubiera sido amor a primera vista como en los “cuentos”no sólo eran los más jóvenes sino los más cabezotas, por lo que les costaba ponerse de acuerdo, pero esas diferencias fueron dando paso a una bonita historia. Y aunque al principio intentaron evitarlo (por lo que supondría para el resto de hermanos), era un secreto a voces. Cuando al cruzarse, sus manos chocaban, un escalofrío recorría el cuerpo de Ana, (estaba segura que se trataba de aquellas “mariposillas” que su madre un día la dijo que sentiría cuando amara a alguien de verdad) y lo mejor era que sólo con mirar a Resorte sabía que él también experimentaba esa sensación mágica.

Y así, iban pasando los días y Ana sentía que tenía que decir la verdad, por lo menos a la persona que tanto quería.
-          “Hoy cuando nos veamos en el río se lo diré” – no paraba de repetirse.
Pero no pudo, Resorte era un chico muy activo, no paraba de moverse, de hablar y ella no encontró la forma de explicarle quien era en realidad. Así que decido escribirle una frase en un papel, se la metió en el bolsillo sin que él se diera cuenta y así lo leería.

Pero al llegar a la cueva, comenzaron a oír muchas voces; algo pasaba. Resorte pidió a Ana que se escondiera mientras él se acercaba; un ejército de la Guardia Real se llevaba a sus 6 hermanos, pero eran superiores en número y consiguieron apresarle a él también.
Ana llorando, escondida tras una roca, bajó a la cueva, no entendía nada, pero de repente vio numerosos papeles por el suelo, en ellos encontraría la respuesta; en los panfletos había una foto suya, era de hace mucho tiempo, de su vida en palacio, la costaba incluso reconocerse. La Guardia Real no había llegado hasta allí por los 7 fugitivos, sino por ella que era a quien buscaban.
No tenía muy claro el tiempo transcurrido pero supuso que era el suficiente para que su madrastra hubiera descubierto que el corazón que le llevó aquel soldado no era el suyo…
Había puesto en peligro la vida de los 7 hombres que le habían ayudado tanto y sólo podía hacer una cosa por aquellos que un día la salvaron, ir a palacio y presentarse como quien era; la princesa.

Cuando Ana llegó a palacio, pidió ver al rey, alegando que era su hija. El rey que no entendía porque su actual mujer buscaba a su hija ya que él tenía la certeza de que había fallecido no quería ver a aquella muchacha, pero la madrastra insistió. Los dos miraron a Ana, y cuál fue el asombro de ésta cuando ninguno la reconoció. Pelo corto, bastante cambiada.. no recordaba la última vez que se miró a un espejo, pero…
-          “¿Ni mi propio padre me reconoce?” – pensó Ana-
La verdad es que él también estaba desconocido,  muy desmejorado y apenas se paró a mirarla.
Y así, bajo su asombro se dio cuenta de que su plan había fallado y que ahora ella también estaba encarcelada y que probablemente moriría, ya que sabía que ninguno de los 7 fugitivos la delataría porque ellos si la reconocieron en ese papel, reconocieron aquella niña con ojos de miedo que encontraron en su cueva. Una niña que se había convertido en una mujer valiente pero que seguía conservando esa dulzura que les había cautivado a todos.

Al llegar la noche el rey sin saber muy bien que le empujaba hasta allí, bajó a los calabozos. De repente escuchó a Ana contar un bonito cuento a sus compañeros de celda contigua. Ana les cuenta a los 7 fugitivos la historia que cuando era niña leían su madre, su padre y ella.
El rey reconoció aquella historia que tan buenos momentos le trajo a la mente. Cogió la cajita que el cazador le dio cuando su hija murió, que aunque nunca se atrevió a abrir la llevaba siempre encima. La abrió y al ver lo que había dentro se puso a llorar: “Su niña estaba viva y la había encontrado”

De esta manera y como era de esperar todo acabó bien; la madrastra abandonó el reino, Aldeabonita, dio honor a su nombre volviendo a ser aquel lugar que fue tiempo atrás, con aldeanos contentos y sin injusticias. Los fugitivos dejaron de serlo y volvieron a sus casas con sus familias, sin olvidar que era mucho más que sangre lo que siempre les uniría.
¿Y Resorte y Ana?
Cuando los dejaron libes Resorte descolocado por quien era realmente su amor sin saber que hacer, descubrió en su bolsillo una nota:

“FUGITIVA O PRINCESA, SIEMPRE  ESTARÉ  A TU LADO”
Y así fue.


* FIN *



ASPECTOS QUE HE TENIDO EN CUENTA A LA HORA DE HACER LA ADAPTACIÓN DEL LIBRO “LA PRINCESA Y LOS 7 BANDOLEROS”

Empezaré diciendo que creo que he conservado la esencia del cuento, la estructura de la princesa que huye de su madrastra, se encuentra a 7 personas que le ayudan y más tarde es ella la que les ayuda. Además de la historia de amor entre uno de los 7 hombres y la protagonista.
Pero ¿Cómo empezar a hacer una adaptación? Estableciendo la edad a la que va dirigida. El cuento es para niños de 5 - 6 años; ya tienen más vida imaginativa y disfrutan de cuentos donde hay hadas, brujas… por esta razón una de las cosas que he incorporado al cuento es el hecho de que haya un objeto mágico, en este caso un objeto real; el corazón, por medio de un corazón bello la madrastra pasaría a ser la más guapa y joven del reino.
Por otro lado, el tema del corazón aporta un aprendizaje extra en los niños. Se les puede plantear la pregunta de si saben cuál es el corazón de animal que más se parece al del ser humano.  En la historia he querido dar importancia al aprendizaje, destacando así otras cualidades de las princesas que no sean sólo la belleza, gracias a lo que leía Ana, sabía que el corazón del cerdo podía sustituir al suyo. Las letras; leer y escribir tienen un papel importante, Ana les enseña a los fugitivos y además de esta manera Resorte comprende la nota final.
Como ya he dicho quería que la figura de la princesa cambiara y no fuera solo de muchacha bella. Por eso he metido el valor de la belleza no sólo de forma externa sino mirando dentro de cada uno.
Además la princesa corta su melena, cambia exteriormente que simboliza un cambio de una vida a otra.
Otro valor y que también he modificado a la hora de adaptar el cuento es que no eran 7 hermanos, por lo menos no hermanos de sangre, pero si tenían un amor, compañerismo y unión los unos con los otros que iba más allá del parentesco.
Como contravalor está la figura de la madrastra, pero no quería que fuera “mala” desde el principio, quería reflejar en ella un sentimiento de amor hacia la princesa pero al final no  puede controlar sus ganas de luchar contra el paso del tiempo, y aparece en ella reflejada la envidia.
También he pretendido dar un toque de intriga; ¿Qué había en la caja que Ana dio al rey para que al final terminará de convencerse de que era su hija? Creo que sería una buena pregunta para los niños, ¿Qué creerán ellos que hay dentro?
Sobre el final, quería que acabara bien, ya que a esa edad los niños que ya empiezan a ser conscientes de la conducta moral, necesitan un final feliz. Y como la historia de amor no podía acabar con “se declararon su amor y vivieron felices y comieron perdices”, he metido el tema de la nota en el bolsillo y la declaración de la chica. Un toque romántico, sinceramente muy típico en mí. Era una historia de amor que no empezó como las de los demás cuentos con un “amor a primera vista”, sino que fue un proceso de “querer y no querer”, por eso creí que su final también tenía que ser algo especial. Por otro lado, no hay beso en esta historia, sin embargo queda reflejado el amor de los protagonistas y aunque tal vez sean pequeños para el tema de “las mariposillas”, me parecía una forma bonita y real de expresarlo y que si no es ahora entenderán mejor cuando sean más mayores (nunca hay que dejar de leer cuentos sea cual sea tu edad). Además los textos folclóricos (en este caso una adaptación) se suelen transmitir oralmente por lo que cabe la posibilidad de que se varíe algo al contarlo de una vez a otra, pero siempre se debe respeta la forma.

Y para terminar, como ya he dicho esta historia tiene parte de mi vida, no sólo en la historia de amor, también he querido poner el nombre del reino “Aldeabonita” en homenaje a mi pueblo “Aldeanueva de san Bartolomé, más conocido como “Aldeanovita”, además hace referencia al concepto tan importante en el cuento; la belleza. Por otro lado, los nombres que aparecen son; Resorte el apodo que tenía mi bisabuelo cuando estuvo escondido en los montes de Toledo y Ana; mi madre, que indiscutiblemente no  podía ser otra la protagonista de mi historia. No se me ha ocurrido otra manera mejor de hacer mío este cuento.

lunes, 10 de marzo de 2014

                              MAESTROS QUE DEJAN HUELLA

Sergio, Sara, Rosa… Cuando recordamos el tiempo que pasamos en el colegio, a casi todos nos viene un nombre a la mente, curiosamente incluso un nombre y apellido, el de ese profesor o profesora cuya memoria nos arranca una sonrisa, porque no sólo nos enseño matemáticas, ciencias o literatura, nos enseño valores que han compuesto un pedacito de la persona que somos ahora.

La educación es mucho más que conocimiento, puede que un niño no se acuerde de quién le enseño su primer análisis de una oración, pero si de quién le ayudo un día que no quería hacer nada, o se puso en su lugar cuando no conseguía entender algo, o le enseño el valor de la amistad y el compañerismo; a respetar y ayudar al niño que nadie comprendía, el profesor que le dijo que el esfuerzo tiene su recompensa (sé que en estos momentos es una frase que cuesta creer pero no debemos perderla de vista)… en definitiva el  profesor/a que le ayudo a crecer.


Miro al futuro y me gustaría que aunque fuese una sola persona en toda mi vida, me nombrara a mí como esa profesora que le ayudó especialmente, que le marcó. Y en realidad todo esto me hace replantearme y ser consciente del compromiso que significa ser profesor. Dejar una huella en alguien es una gran y bonita responsabilidad, por eso hagámoslo bien.