Titulo: ¿A
QUÉ SABE LA LUNA?
Autor: Michel Grejniec
Ilustrador: Michel Grejniec
Traducción: Carmen Barreiro
Editorial: Kalandraka
S.L.
Fecha 1ª Edición: 1999
Edad en la que
me baso para realizar este análisis: Niños de 3- 4 años.
Tengo
que decir, que no conocía alguno de los libros que Irune (profesora de
Literatura Infantil) nos facilitó en la web. Los miré detenidamente uno a uno y
al final elegí.
Me
decanté por una luna enorme y una pregunta muy divertida: ¿A qué sabe la luna?
Que curiosidad, yo quería saber a qué sabe ese satélite. Y decidí averiguarlo.
Y
si me lo pregunto yo.. seguramente también lo haga un niño. Es ese el objetivo
de la literatura infantil despertar ese interés, que disfruten, que descubran..
María
Moliner describe la literatura como el arte creado con palabras.
Afortunadamente a lo largo de los siglos este arte se ha ido adaptando y
haciendo un hueco en la vida de los niños.
Uno
de los autores que lo ha logrado es el polaco Michel Grejniec, autor e
ilustrador de esta preciosa obra, incluida en la colección de “Libros para soñar” (a lo largo de mi
análisis veremos porque) y aunque creo
que es un libro que puede leer perfectamente un adulto, he basado mi análisis en la franja
de edad de los 3- 4 años.
A
continuación empezaré mi análisis del libro, comentando el FORMATO:
Aspecto externo:
Es
un libro de forma cuadrada, cuyas medidas son: de alto 19.50 cm, de ancho 29.00
cm y de profundo 1.00 cm. El material es
idóneo para niños de 3- 4 años ya que es fuerte, resistente, de tapa
dura pero manejable y con una portada que despierta la curiosidad ya que la
luna le da luminosidad dentro de un fondo oscuro representado el cielo.
Por
otra parte quiero destacar el detalle de la coma en la palabra qué del título (¿A qué sabe la luna?) ya que la tilde es una luna pequeñita.
Ilustraciones: Las
ilustraciones de este libro me gustan mucho, además cumplen la función de ser
más importantes que el texto, rasgo muy importante para niños de 3, 4 años. Están
realizadas en acuarela sobre papel maché y crean una doble dimensión, parece incluso que vayas a poderlas tocar y notar la
rugosidad del papel.
Como
es propio de las características de libros para niños de esa edad, se trata de
imágenes que narran una pequeña historia, acciones encadenadas donde se
distinguen dos tipos de ilustraciones; las escenas en las que los animales van
llegando, que están sobre fondo blanco, y las escenas de la luna con los
animales sobre el fondo negro de la noche.
Los
dibujos son fantásticos; sencillos y cálidos, nos muestran un ratón, un
león…que aunque no se alejan de la realidad tienen esa creatividad propia de
sus lectores, nos sugieren y provocan sentimientos.
Aquí
están alguna de las ilustraciones comentadas:


Tipografía: En el libro predomina
la imagen sobre el texto, característica que encaja para niños de 3 y 4 años,
que es el adulto el que lee el texto enseñando las imágenes y la historia
ilustrada al niño.
Sobre
el tipo de letra, ya hablamos de niños de segundo ciclo de educación infantil,
es decir no se trata de letras muy grandes. Son legibles, bien espaciadas y
siempre en el fondo blanco.
Después
de comentar el formato, veremos ahora el CONTENIDO del libro:
El tema: El argumento del
libro es la historia de unos animales que quieren probar la luna y al darse
cuenta de que solos no pueden deciden hacer una torre entre todos y así el último poder coger un trocito de esa
luna.
Hay
un tema claro y principal; el trabajo en equipo, la necesidad de cooperación
para conseguir algo. Pero cuando parece que ha terminado, aparece un personaje
nuevo y un final imprevisto que da un toque de humor, en el que un pez que ve
reflejada la luna en el agua, no entiende los esfuerzos de los demás animales
cuando él ve esa luna mucho más cerca. Esto nos lleva a otro tema secundario;
la perspectiva, toda forma de ver el mundo es válida.
Los
niños de 3 y 4 años según Piaget están
en la etapa animista, en la que uno de sus temas favoritos son los animales en
este caso humanizados, lo que nos lleva a una interpretación “mágica” de la
realidad y a atribuir vida a objetos inanimados (en este caso la luna)
Por
otra parte, el autor habla de la creación del pensamiento simbólico a esta edad
aunque es todavía egocéntrico, entendiendo el mundo desde su propia
perspectiva. Por eso el tema secundario puede que no les llegue como debería
hasta otra edad más avanzada.
Aún
así, el juego simbólico lleva consigo la imitación, y aunque los niños de 3 y 4
años todavía están en una etapa egocéntrica, la Teoría del Aprendizaje Social nos habla del modelado, en el que el
niño imita conductas y aprende viendo entre otras cosas las consecuencias que
tiene dicha conducta, trabajando así el tema principal; la cooperación.
Estructura: El niño de esta
edad se inicia en la comprensión de secuencias repetitivas, narrativas y
estructurales y en este libro dichas secuencias están bien diferenciadas,
utiliza también la acumulación de personajes y además es un libro que puede
“leer” él sólo, no necesita que el adulto se lo explique, se lo puede imaginar.
Protagonistas: Se trata de un
libro “coral”, es decir, que no hay un protagonista concreto, los protagonistas
son todos los personajes.
Es
importante que el niño se identifique con alguien de la historia para que se
considere un buen libro propio de su edad y gracias a su pensamiento animista
no es necesario la figura de un niño en el relato, puede verse reflejado en uno
de los animales, que suele ser el ratoncito que es el que gracias a los demás
consigue alcanzar la luna.
Además
no se trata de personajes planos (buenos o malos).
Valores y
contravalores: Son
muchos los valores que se pueden sacar de esta historia:
Comenzando
con la primera frase que invita a soñar: “Hacía mucho tiempo que los animales
deseaban averiguar a que sabía la luna”. Y de ese sueño compartido parte un
reto que nos enseña que no hay que rendirse, que juntos; grandes y pequeños
(sin ser más importantes unos que otros, ya que curiosamente en el principio y
final de la torre están los animales más pequeños; la tortuga y el ratón) se
consiguen las cosas, así valores como la cooperación y compartir también salen
a la luz. En este aspecto es importante que los niños vean lo que se consigue
cuando se trabaja en equipo y como dije en el apartado de los temas aunque
sigue en una etapa egocéntrica, el aprendizaje por imitación le hace ver lo
positivo del desenlace y que sin ayuda ninguno de los animales hubiera
conseguido probar la luna.
De
la misma forma creo que el tema final de la perspectiva aunque nos muestra un
valor muy importante también que es la visión del otro, creo que con 3 o 4 años
todavía les cuesta ver esa visión ya que como he dicho antes son más egoístas.
Como
contravalor podría hablarse de la actitud de la luna, ya que se ríe y aleja
cada vez que un animal grande la intenta alcanzar, pero subestima al ratón
porque es pequeño.
Lenguaje: Hay claridad en
los textos y utiliza la repetición que es propia de libros para niños de 3 y 4
años. Un lenguaje rítmico y repetitivo pero que va llevando una secuencia. Es
sencillo y acaba en un toque irónico, que aunque no dudo que los niños no lo
comprendan, si que dudo que por su edad logren sacar el valor que puede
transmitir la secuencia.
Terminaré mi análisis con la siguiente CONCLUSIÓN:
Aunque
en alguna referencia he leído que este libro está indicado para niños de 5 años,
después de detenerme en cada parte de su análisis sigo pensando que una edad
adecuada es a partir de los 3, de 3 a 4 que es en lo que me he centrado, pero
por supuesto también a los 5, a los 6…incluso cuando eres adulto que ha sido mi
caso (ya que no lo conocía). Nunca es pronto o tarde para aprender valores o
recordarlos.
Por
supuesto utilizaría “A qué sabe la luna” en una clase, me parecen importantes y
adecuados los valores que transmite y los que todavía les pueden parecer
confusos (como la perspectiva) ya lo irán descubriendo (no se aprende todo en
la primera lectura), por eso es un libro para tener en la biblioteca y
utilizarlo de vez en cuando.
Se
pueden utilizar marionetas y representarlo, incluso se puede terminar de leer
sin olvidarnos de la pregunta que se pueden hacer los niños: “¿A qué sabe la
luna?”. Para cada animal sabía a una cosa distinta, a su comida preferida
seguramente, ¿A qué sabe para cada uno de nuestros alumnos? Desarrollar la
imaginación, y la curiosidad es importante a esa edad.
Pero
no sólo es literatura de clase sino para casa también, además creo que en una
de las ediciones el libro venía con un medidor y me parece una idea bonita.
Para
terminar diré que empecé este extenso análisis porque tenía curiosidad por
saber a qué sabe la luna. Mi pedacito sabe a pan y queso de pueblo, a sandía, a
verano, a castañas, a lumbre, a palomitas y chocolate…A soñar, a no rendirse
porque lo imposible sólo tarda un poco más, un poco más de esfuerzo. Mi trocito
de luna me recuerda a toda la gente que me ayuda a conseguir mis sueños y
sentirme como en casa y volver a ser
pequeña.
Hola Isabel, me encanta ese cuento, responde a una pregunta que supongo que muchos niños se han hecho alguna vez . Yo lo utilizo mucho en clase con los niños sobre todo en 2-3 ya que es una historia que les apasiona, es uno de esos libros que no puede faltar en la biblioteca de una escuela al igual que el Pollo Pepe. Los niños disfrutan mucho adivinando cual es el animal que intenta coger la luna en cada momento, ademas cuando llegas a la parte en que el ratón reparte el pedazo de luna a mi siempre me gusta preguntarles a que le sabe a ellos y las respuestas son muy variadas: a pizza, a chocolate, a paté, a queso.....
ResponderEliminarEl curso pasado vinieron a visitarnos a la escuela el grupo de 3 años de Infantil que el anterior curso había estado en la Casita (nuestra escuela) y nos contaron que el cuento lo habían estado trabajando en el aula unido al proyecto que estaban realizando sobre el Amazonas y que por eso lo habían versionado, era ¿A que sabe la luna en el Amazonas? ,los personajes eran animales que viven allí, lo habían hecho ellos y nos lo regalaron emocionados.
Decirte que el análisis creo que esta muy bien explicado. Me alegro que te haya gustado la historia, por cierto, a ti ¿A que te sabe la luna? a mi a chocolate con almendras, ;).
Lidia
Una actividad perfecta, Isabel. Mi enhorabuena porque has sabido realizar un trabajo objetivo utilizando una redacción subjetiva y llena de emoción.
ResponderEliminar:) Un comentario lleno de sensibilidad. Así debería tratarse siempre la literatura: desde la emoción.
ResponderEliminarMucha gracias Lidia por leer mi comentario y darme tu opinión. Y gracias Irune, tus palabras significan mucho y me dan ganas de seguir este camino con más entusiasmo.
ResponderEliminarUfff....!La verdad es que tu conclusión final me ha puesto los pelos de punta Isabel... me he sentido muy identificada... gran sensibilidad... y enhorabuena por tu trabajo!!!
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